








El plan que en 15 días puede arrancarte de las deudas que hoy te quitan el sueño.
Tengo un amigo, se llama Hugo.
Buen tipo. Trabajador. Honesto.
Pero debía hasta el aire.
Cada quincena era lo mismo: cobraba y, en tres días, su cuenta estaba seca. La tarjeta no aguantaba un datáfono más. Y el buzón… lleno, pero no de cartas de amor, sino de bancos, financieras y cobradores.
Un día se cansó.
Dijo: “O sigo así hasta que me embarguen la vida… o hago algo en serio.”
Se metió en el reto.
No en un curso de frases bonitas ni en rituales de cuarzo.
Un reto práctico. Bíblico. Al grano.
En 15 días hizo lo que llevaba años postergando:
¿Qué incluye este reto?
Hoy Hugo no debe nada. Y cada vez que abre su estado de cuenta, sonríe en vez de sudar frío.
Este reto es para ti si ya te hartaste.
Si no quieres vivir ahogado en intereses.
Si quieres ser libre de verdad.
La deuda no es tu destino. Es tu esclavitud. Y 15 días pueden ser el inicio de tu libertad.



