


Esta obra de Daniel Goleman ofrece una profunda actualización sobre la Inteligencia Emocional (IE), utilizando los hallazgos de la neurociencia afectiva para demostrar que esta capacidad es un conjunto diferenciado de destrezas, sustentada por circuitos cerebrales específicos distintos al coeficiente intelectual. El texto detalla componentes cruciales de la IE, como el autodominio (la autorregulación emocional) y la gestión del estrés, y describe el estado de máximo rendimiento, conocido como flujo, donde la armonía neuronal optimiza la concentración y la productividad. Además, Goleman explora el funcionamiento del cerebro social, que se basa en las neuronas espejo y determina el contagio emocional y la compenetración en las interacciones cara a cara. Finalmente, subraya que estas habilidades pueden ser mejoradas intencionalmente a cualquier edad gracias a la neuroplasticidad y mediante el aprendizaje socioemocional. Goleman, D. (2013). El cerebro y la inteligencia emocional: Nuevos descubrimientos. Ediciones B
