Los proyectos de aprendizaje-servicio solidario implican la práctica activa de los cuatro pilares de la educación: aprender a ser, aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a vivir juntos, tal como lo plantearan la UNES- CO en el informe Delors (1996). Pueden ser también expresión del servicio solidario como amor a los demás, expresado en la “regla de oro” de todas las
religiones con un sentido universal, ecuménico y fraterno: “Haz a tu prójimo lo que desearías para ti, y no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hagan a ti” (Mt 7,12).